Que nadie te menosprecie por ser señorita. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la forma de dialogar, en la conducta, y en amor, fe y pureza.En la actualidad, se vislumbra un escenario de combate constante a la familia. Los medios audiovisuales maximizan cada día los antivalores y se cuestionan las bases de la formaci